Entre el 1 y 7 de octubre se desarrollará en Valparaíso un nuevo encuentro de los cultores y cultoras del arte del capoeira, manifestación incluida en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de Unesco. A propósito, el etnomusicólogo Agustín Ruiz escribe está columna para Portal Patrimonio.

En 2012 el Centro Cultural y Deportivo Valpoeira organizó su Primer Festival de Capoeira, una actividad que año tras año ha ido creciendo en asistencia e importancia. Este encuentro, que está destinado a potenciar y difundir la práctica de la disciplina afrobrasilera tanto en Chile como en el continente, celebra en octubre del presente año su 7° versión y es gestionado enteramente por la Academia brasilera Sul da Bahia . Entre invitados e inscritos a las actividades que duran una semana, se reúnen más de 100 capoeiristas. Este año se harán presente delegaciones de Iquique, Antofagasta, Calama, San Felipe, Quilpué, Viña del Mar, Valparaíso, Casablanca, Santiago, Melipilla, Rengo, Pichilemu, Concepción, Temuco, Puerto Montt, Ancud, Punta Arenas y países de la región como Uruguay y Brasil.

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La capoeira es un arte compleja que integra en una sola disciplina la expresión corporal, la práctica musical instrumental, el canto y la creación lírica, la lucha, el juego y un código ético de convivencia basado en una camaradería fraterna y solidaria, características que en mayor o menor grado han estado presente desde sus inicios. Si bien, la capoeira es una disciplina practicada originalmente en Brasil y muy ligada al mundo de la esclavitud durante los tiempos coloniales, en el siglo XIX llegó a las ciudades y se hizo parte de las costumbres de las poblaciones afrobrasileras marginales y el malandragem, dando lugar a las maltas o asociaciones ilícitas del cultivo de esta disciplina. Este hecho creó un escenario proclive para que las autoridades estatales decretaran la proscripción y persecución de toda práctica de capoeira. Pero ya en el segundo cuarto del siglo XX comienzan a organizarse en San Salvador de Bahía las primeras academias con Mestre Pastinha y Mestre Bimba, el uno con la capoeira Angola y el otro con la capoeira regional, estilo moderno creado por Bimba. Solo en 1930 la capoeira fue legalizada tras una presentación que el propio mestre Bimba realizó frente al Presidente Getúlio Vargas, quien quedó tan asombrado del excepcional valor cultural observado en la demostración realizada por Bimba, que despenalizó su práctica y declaró a la capoeira deporte nacional brasilero.

Desde mediados del siglo XVII se tienen noticias de la capoeira ligada a los movimientos de emancipación esclava, ya fuera por la vía de la negociación, como fue el caso del primer líder esclavo Ganga Zumba, o bien, por la vía del alzamiento y la rebelión, proceso que liderara Rei Zumbí una vez muerto Ganga Zumba en 1680. Sea en el contexto de una u otra estrategia resistencial, la capoeira comienza a aparecer ligada a procesos de  las luchas sociales por la dignificación del trabajo y la abolición de la esclavitud, en un momento histórico que en otras partes de América comenzaba suceder al final de la dinastía Habsburgo en la administración del imperio español. Más notable es que dos disciplinas con antecedentes culturales disímiles y en contextos distantes, como son la capoeira en Brasil y el baile chino en Chile, hayan tenido en sus origines escenario de similares condiciones sociales y políticas –hay que tener presente que el baile chino en Chile comienza a tener una posición social con la decadencia de la encomienda hacia 1670—. Y no menos significativo es que ambas disciplinas hayan obtenido, en igual fecha, el reconocimiento en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de Unesco.

A la luz de estos antecedentes, el festival Valpoeira no solo resalta la disciplina en sus aspectos de juego-lucha y competencia, sino principalmente los asuntos relacionados con los principios valóricos de la camaradería, la perseverancia, lealtad, respeto y solidaridad entre quienes, mediante la práctica de esta expresión, cultivan una forma de vida que mantiene los principios rectores de la capoeira desde los orígenes esclavos.