La iniciativa “Correr a Cristo: Fiesta de Cuasimodo en la Región Metropolitana, comunas de Conchalí y San Bernardo”, busca restituir a las comunidades portadoras de expresiones del patrimonio cultural inmaterial, en los registros documentales que dan cuenta de los alcances y el valor de su participación. La publicación que tuvo su lanzamiento hoy al mediodía, es la primera de la colección “Patrimonio Vivo”, que tiene por objetivo dar a conocer las manifestaciones de patrimonio cultural inmaterial para incentivar su registro y salvaguardia.

La ceremonia estuvo presidida por la directora regional del Consejo de la Cultura de la Región Metropolitana, Ana Carolina Arriagada, y contó con la participación de Solange Díaz, jefa del Departamento de Patrimonio Cultural del CNCA; Alfonso Pérez Guíñez, director de la Biblioteca del Congreso Nacional; Juan Guillermo Prado Ocaranza, director de la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, quien realizó la exposición “La Fiesta de Cuasimodo”, y representantes del Club de Huasos Cuasimodistas de Conchalí, Agrupación de Cuasimodo Divino Maestro de San Bernardo, Asociación Nacional de Cuasimodistas de Chile, investigadores y representantes del área Patrimonio Cultural de la Región Metropolitana, entre otros asistentes.

En la ocasión, la directora regional del Consejo de la Cultura de la Región Metropolitana, Ana Carolina Arriagada, destacó la importancia de la investigación del patrimonio cultural inmaterial para fortalecer nuestra identidad. “La publicación que hoy nos reúne, es una iniciativa realizada en el marco de la creación del Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile, que busca identificar y reconocer las expresiones del patrimonio vivo presentes en el territorio, promoviendo así su registro e investigación.  “Correr a Cristo” ha permitido recopilar historias y entregárselas a las propias comunidades,  portadoras de una expresión sociocultural tan importante para nuestro país.

De esta investigación nacieron los textos: “La Fiesta de Cuasimodo”, de Juan Guillermo Prado Ocaranza y “Contexto y antecedentes de la Fiesta de Cuasimodo en Conchalí y San Bernardo”, de Nikolas Stüdemann Henríquez y Ariel Führer Führer, y el documental “Correr a Cristo”, de Lucía Pérez Sánchez.

Cesar Abarca, Presidente del Club de Huasos Cuasimodistas de Conchalí, expresó, “nunca había existido un registro para el futuro, con esta publicación hay un trabajo concreto para nuestros hijos y nietos, para que sepan qué es Cuasimodo y cómo se formó”. En tanto, para Pedro Morán, delegado de los ciclistas de la misma agrupación, “este libro es importante para dar a conocer a mucha gente nuestra tradición, yo voy a llevar el libro y el documental a la capilla para proyectarlo a nuestra comunidad”.

Sobre la Fiesta de Cuasimodo

La fiesta de Cuasimodo convoca a familias y comunidades que expresan su devoción religiosa, visitando a ancianos y enfermos para darles la comunión. La imagen es un reflejo de lo diverso de nuestra cultura y su origen se sitúa en el período republicano, en el llamado tiempo de la anarquía, según algunos historiadores, o de formación del Estado republicano, según otros, entre los años 1825 y 1830 aproximadamente. Se trata de una manifestación viva y de gran representatividad en la Región Metropolitana, cuyo sentido más profundo radica en la solidaridad entre miembros de una comunidad. En ella podemos apreciar el paso de lo rural a lo urbano, sin afectar el sentido de su fe y su capacidad de convocar en este llamado solidario.

La valoración, impacto y arraigo de esta fiesta, se manifiestan principalmente en cuatro ejes:

• Fiesta religiosa
• Fiesta familiar
• Fiesta folclórica
• Fiesta comunitaria

La investigación

Se desarrolló durante el año 2014, en el marco de la creación del Inventario del Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile, que busca identificar y reconocer las expresiones del patrimonio vivo presentes en el territorio, promoviendo así su registro e investigación.  Lo anterior, bajo la premisa de la participación comunitaria y el trabajo conjunto entre el Estado y los propios portadores de estos conocimientos. Las acciones posteriores, se han focalizado en la protección de estas manifestaciones, promoviendo el refuerzo de diversas condiciones materiales o inmateriales, que son necesarias para la evolución e interpretación continua del patrimonio inmaterial, así como para su transmisión a las generaciones futuras.

Fuente: CNCA