La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca es una de las tradiciones más valiosas en Chile, un patrimonio que ha perdurado por siglos y sigue siendo una expresión viva de la identidad y la historia de las comunidades rurales. Este arte ancestral, transmitido de generación en generación, no solo refleja una técnica, sino también una profunda conexión con la tierra y la cultura local.
Las alfareras y alfareros de estas localidades son los guardianes de un saber que se ha pasado principalmente entre mujeres. Cada pieza de cerámica, desde utensilios cotidianos hasta figuras decorativas, es un testimonio de respeto por la naturaleza y de un compromiso con la tradición.
El reconocimiento de la alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca como patrimonio cultural inmaterial es crucial para asegurar que esta tradición continúe. Más que una técnica, esta práctica es un acto de preservación cultural que une a las familias y comunidades. Las nuevas generaciones siguen aprendiendo, adaptando el arte a los tiempos modernos sin perder la esencia de lo tradicional.
Este legado es un homenaje a las generaciones pasadas, pero también una promesa para el futuro. La alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca no es solo un arte, sino un vínculo profundo con nuestra historia y nuestra identidad, y su preservación es un compromiso de todos.
El documental Tesoros Humanos Vivos se encuentra disponible en las plataformas digitales de la Subdirección Nacional de Patrimonio Cultural Inmaterial, accesible para todo público que quiera conocer más sobre esta valiosa tradición.
Ver documental https://www.youtube.com/watch?v=DpExhM2XA4U&t=2s