Día Mundial del Turismo: Relación entre Turismo Cultural y Patrimonio Cultural Inmaterial
Uno de los retos que afronta hoy el sector turístico es el de contribuir a través de su desarrollo a la identificación, la protección y la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial.
Se entiende por patrimonio cultural inmaterial los usos, expresiones, conocimientos y técnicas, así como los objetos y espacios culturales asociados, que las comunidades y los individuos reconocen como parte integrante de su patrimonio cultural. Transmitido de generación en generación, y constantemente recreado, infunde en la humanidad un sentimiento de identidad y continuidad*.
Este caudal mundial de tradiciones se ha convertido en uno de los principales motivos de los viajes, ya que muchos turistas buscan el encuentro con nuevas culturas y la experiencia de disfrutar de la diversidad de las artes escénicas, la artesanía, los rituales, la gastronomía y las interpretaciones de la naturaleza y del universo.
Reconocido en el Día Mundial del Turismo de 2011, celebrado bajo el lema de «Turismo y acercamiento de las culturas», el intercambio cultural que promueven estos encuentros favorece el diálogo, afianza el entendimiento y, por ende, fomenta la paz y la tolerancia.
Uno de los retos que afronta hoy el sector turístico es el de contribuir a través de su desarrollo a la identificación, la protección y la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial.
Fomentar un uso responsable de este patrimonio vivo con fines turísticos puede generar nuevas oportunidades de empleo, ayudar a atenuar la pobreza, frenar el éxodo rural entre los jóvenes y los subempleados y cultivar un sentimiento de orgullo entre las comunidades.
El turismo ofrece también un poderoso incentivo para conservar y potenciar el patrimonio cultural inmaterial, ya que los ingresos que genera pueden reconducirse hacia iniciativas que ayuden a su vez a su supervivencia a largo plazo.
Pero el patrimonio cultural inmaterial debe gestionarse con suma cautela si se pretende que sobreviva en un mundo cada vez más globalizado. Formar alianzas genuinas entre las comunidades y los agentes del turismo y el patrimonio solo es posible si todas las partes desarrollan la capacidad de apreciar justamente las aspiraciones y los valores del otro.
Los agentes del turismo deben familiarizarse, por lo tanto, con las prácticas de la gestión del patrimonio cultural, mientras que los agentes del patrimonio han de esforzarse por comprender el complejo fenómeno del turismo y su modus operandi.
A través de la comprensión mutua, ambas partes pueden construir un futuro basado en su interés compartido por los activos culturales, en concurrencia con las comunidades autóctonas, los últimos depositarios del legado cultural intangible de la humanidad.
* Definición basada en la Convención para la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO (2003)
Tomado del primer estudio de la OMT sobre Turismo y Patrimonio Cultural Inmaterial. También puede acceder al estudio íntegro.