Encuentro con los carpinteros de ribera y tejueleros: “lo que dijeron los cultores”
La actividad de extensión se enmarcó en el Convenio de Colaboración suscrito entre el Servicio Nacional de Patrimonio Cultural, a través del Departamento de Patrimonio Cultural Inmaterial, y la Universidad Austral de Chile en el año 2018 y formó parte de las celebraciones por los 65 años de la mencionada Casa de Estudios.
En la ocasión, en representación de las comunidades cultoras de los diferentes territorios, se reunieron Ricardo Manuel Vargas Vargas, carpintero de ribera de Hualaihué, Los Lagos; Víctor González Mardones, tejuelero de Villa Ortega, Coyhaique, Aysén; Bercio Cid Aguilar, carpintero de ribera de Puerto Natales, Magallanes; José Barrientos Barrientos, carpintero de ribera de Puerto Aysén; Benito Villanueva, carpintero de ribera de Cutipay, Los Ríos; Hugo Almonacid, carpintero de ribera de Calbuco, Los Lagos y Franco Danilo Díaz Aguilar, también carpintero de Caracolito, Calbuco.
La jornada, que fue trasmitida por Radio UACh (90.1 FM), moderada por el Encargado de Comunicaciones de la Dirección de Vinculación con el Medio UACh, Víctor Godoi, quien abrió el diálogo haciendo la pregunta ¿qué necesidades tienen los cultores?
Ricardo Vargas.
Ricardo Vargas, carpintero sector La Poza de Hualaihué (Palena) planteó la necesidad de infraestructura, sobre todo un galpón donde trabajar dignamente, con adecuadas medidas de seguridad y que permita recibir a visitantes. Además de acceder a una concesión de playa y a madera para construir. Para ello propuso simplificar los trámites, abriendo un solo canal de comunicación con las autoridades. También planteó la necesidad de avalar esta actividad con una certificación (“un cartón”) y recibir asesorías en temas administrativos.
Víctor González
Víctor González, tejuelero de Coyhaique, reconoció que ya no hay mucha entrega y que además tienen restricciones de Conaf para acceder a la madera. “Ya no hay tejueleros. Antes hice mucha tejuela”, rememoró.
Bercio Cid
Bercio Cid, carpintero de ribera de Puerto Natales, coincidió con los otros cultores en el problema de provisión de cortes de madera que no se encuentran en aserraderos (por la curvatura).
José Barrientos
José Barrientos, carpintero de ribera de Puerto Aysén, integra una agrupación formada el 2009 y explicó que cuentan con terrenos, pero necesitan fondos. Planteó la importancia de que este oficio “no se pierda y que los jóvenes sigan esta tradición”.
Benito Villanueva
Benito Villanueva, carpintero de ribera en Cutipay, valoró que vengan cultores de otros lugares del país. “En Valdivia nunca se había hecho esto que es muy importante. Ojalá sea reconocido -este oficio- a nivel nacional”.
Hugo Almonacid
Hugo Almonacid, carpintero de ribera de Calbuco, mencionó que requieren de un lugar de trabajo (un galpón). “La autoridad marítima exige normas y para seguirlas se necesita de dinero. No hay diferencias entre un astillero artesanal y uno grande”, indicó. Al igual que sus colegas, “cada vez es más difícil conseguir madera y eso encarece más”. Además, deben competir con embarcaciones construidas con fibra de vidrio y acero.
Franco Díaz
El más joven de los cultores fue Franco Díaz, también carpintero de ribera de Calbuco, quien trabaja desde los 14 años con su padre y estudió una carrera técnica. “La carpintería es algo ancestral que va recorriendo gran parte de mis antepasados… Estoy muy contento de estar acá, esperando resultados, que esto vaya avanzado y que se forme lo que estamos esperando: que la carpintería sea reconocida a nivel nacional”.
La jornada concluyó con preguntas del público sobre alternativas para aprender el oficio dada la inexistencia de espacios formativos en universidades u otras instituciones de educación técnica o superior, momento en que los maestros de ribera manifestaron su absoluta disposición para compartir sus experiencias y saberes, al mismo tiempo que señalaron la importancia de contar con recursos y capacidades para atender estas peticiones, ya que es la forma en que la carpintería de ribera pueda continuar vigente y proyectarse en el tiempo.
Fuente: Vinculación con el Medio UACh | Fotos: UACh