¿Existen “Tesoros Humanos Vivos” en otros países?
En Portada: Masaaki Hatsumi (1931), artista marcial y escritor japonés, merecedor de la distinción Tesoro Humano Viviente, sistema de reconocimiento japonés a los depositarios de los bienes culturales del país.
Un lector de Portal Patrimonio nos consultó, a propósito de que se encuentra activo aún el período de postulaciones 2016, si los Tesoros Humanos Vivos es un reconocimiento que existe en otros países. En este post le respondemos y, es más, le contamos algunos de los sistemas de reconocimiento más famosos en el mundo.
Tal como hemos dicho en otras notas, los países acogen y adaptan, a sus realidades y entornos, las “Directrices para la creación de sistemas nacionales de “Tesoros Humanos Vivos”, de la Unesco.
¿Dónde nació la idea? Fue la República de Corea la que propuso en la reunión 142ª del Consejo Ejecutivo de la UNESCO, en 1993, la creación de un programa mundial llamado Tesoros Humanos Vivos. Ya ese país venía desde 1964 reconociendo el papel de su patrimonio vivo.
El Consejo del organismo internacional adoptó una resolución en la que invitaba a los Estados Miembros a establecer dicho sistema en sus respectivos países. “Desde entonces, se ha organizado varias reuniones y talleres internacionales con vistas a promover la comprensión y a alentar el establecimiento de los sistemas nacionales”– reconoce la Unesco, cuando contextualiza y entrega los antecedentes en su documento directriz.
Previa a la elaboración de las indicaciones a nivel internacional, se tomaron que cuenta las experiencias de países como Japón, que creó el primer sistema de Tesoros Humanos Vivos. Además de Corea, otras siete naciones -Filipinas, Tailandia, Rumanía, Francia, la República Checa y Bulgaria– habían establecido sistemas que varían de forma considerable, según el país.
Japón: Tesoros Nacionales Vivientes
El Gobierno de Japón otorgó en 1950 un reconocimiento especial a quienes poseían ciertas destrezas y técnicas esenciales para la continuidad de algunas formas importantes del patrimonio cultural intangible. Las personas que recibieron esta distinción fueron honradas con el título de Tesoros Nacionales Vivientes.
También creyeron necesario reconocer a un grupo, cuando fuera depositario colectivo de dichos valores. El sistema japonés reconocía siete categorías de artes interpretativas y nueve de artes aplicadas.
Corea: Bienes Culturales Intangibles
El Gobierno de la República de Corea creó en 1964 su propio sistema para garantizar la preservación y transmisión de los bienes culturales intangibles a las generaciones venideras. El Estado coreano reconoce bienes culturales intangibles de importancia, tomando en cuenta individuos y organizaciones.
Corea cuenta ahora con 14 Patrimonios Culturales Intangibles, desde la primera declaratoria de los tesoros culturales coreanos en 2001, con la del Jongmyo Jerye y Jongmyo Jerye-ak (rito y música ritual ancestral real ejecutada en el Santuario de Jongmyo).
Filipinas: Artistas y Tesoros
En 1973, Filipinas creó un Decreto Presidencial donde implementaba en sistema de reconocimientos de Artistas Nacionales. Tiempo después, en 1988, y con el propósito de preservar las tradiciones autóctonas y de trasmitirlas a las generaciones futuras, crearon este año la categoría Tesoros Nacionales Vivientes.
Tailandia: Proyecto de Artistas Nacionales
Tomando como referencia, la experiencia filipina, en 1985, Tailandia inició el Proyecto de Artistas Nacionales, con la intención explícita de rendir tributo a los artistas tailandeses mejor dotados y más dedicados a la creación y, al mismo tiempo, contribuir así a preservar las formas artísticas que practicaban.
Rumanía: Tesoros Humanos Vivientes
En Rumania se implementó un sistema regional de Tesoros Humanos Vivientes. Fueron incluidos los artistas folklóricos de excepcional valor que preservan las tradiciones en su especialidad.
Francia: Maestro de Arte
En Francia, el Ministro de Cultura confirió en 1994 a unos 20 creadores el rango de Maîtres d´art (Maestro del Arte). Esta distinción es un reconocimiento que se estableció con el fin de honrar a los artesanos que destacan por su destreza y sus conocimientos. La distinción exige, además, que transmitan dichos saberes a las nuevas generaciones.
Excluyendo la imagen de portada, el resto de las fotos que ilustran esta nota -así como el video que dejamos a continuación- corresponden al washi, arte tradicional japonés de fabricación manual de papel, incluido en 2014, en la lista representativa de la Unesco.