Más de 700 personas participaron en el VII Seminario Internacional de Patrimonio Cultural Inmaterial
- Dedicado a la construcción de políticas públicas sobre patrimonio inmaterial, el evento organizado por el Consejo de la Cultura contó con la participación de especialistas nacionales, internacionales, además de cultores; quienes en conjunto reflexionaron sobre temas como sostenibilidad, desarrollo local, diversidad, desigualdad, derechos colectivos, entre otros.
Representantes de países como Bélgica, Colombia, Brasil y Ecuador, junto a cultores y cultoras provenientes de diversas regiones del país, se dieron cita la semana pasada en el Centro Cultural Gabriela Mistral GAM, para reflexionar y debatir acerca de la construcción de políticas públicas en patrimonio cultural inmaterial. Todo ello en el marco del VII Seminario Internacional de Patrimonio Cultural Inmaterial, organizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) y que en sus tres días de duración contó con la participación de más de 700 personas.
Una de las intervenciones destacadas fue la del belga Marc Jacobs, director de FARO (Flemish Interface for Cultural Heritage) y partícipe del desarrollo del borrador, elaboración, implementación y análisis de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de 2003. El experto se refirió al tema de la ética, principios y políticas públicas en la salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial, destacando la importancia de la participación efectiva de las comunidades, grupos e individuos que crean, mantienen y transmiten ese patrimonio.
Además, Jacobs planteó el desafío de combinar la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial con la Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales.
Políticas sobre patrimonio inmaterial en Latinoamérica
Andrea Falcao (Brasil), consultora del Cuerpo de Evaluadores del Comité Intergubernamental de Patrimonio Inmaterial de la UNESCO para el ciclo 2017, expuso acerca de las políticas públicas en el ámbito del patrimonio inmaterial desde dentro, con especial énfasis en la experiencia de Brasil, ejemplificando a través de las experiencias del Centro Nacional de Folclore y Cultura Popular, el Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional, IPHAN y el Museo de Arte Popular Casa do Pontal.
Por su parte, Luis Fernando Arenas (Colombia) se refirió a la legislación y políticas estatales en patrimonio inmaterial en su país, mientras que Rivia Bandeira (Brasil) centró su intervención en la temática del género, diversidad y desigualdad social, y su relación con el patrimonio inmaterial.
En representación de Chile, la Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales, Sonia Montecino, planteó que es necesario problematizar conceptos tales como “comunidad” y “participación”, para tener claridad de a qué nos referimos cuando los utilizamos, a la vez que revisar los temas éticos que aparecen cuando el Estado e investigadores abordan el patrimonio cultural inmaterial.
Cultores, cultoras y comunidades
El seminario contó además con la participación activa de cultores y cultoras, representantes de diversas manifestaciones del patrimonio inmaterial, así como también provenientes de distintas localidades del país, quienes formaron parte de todos los paneles, dando cuenta de sus respectivas prácticas y saberes, y explicitando sus problemáticas, así como también los avances, demandas, desafíos y pendientes en la salvaguardia de su patrimonio inmaterial.
En el panel sobre Patrimonio inmaterial desarrollo local, sostenibilidad y territorios, Óscar Montedónico, de la Agrupación Dueños de Ruedas de Agua de Larmahue, Región de O’Higgins, se refirió a la problemática de la normativa asociada a los derechos de agua, que impacta el desarrollo de la práctica de riego y con ello el modo de vida campesino asociado a las ruedas de agua o Azudas.
Por su parte, Gladys Hernández, representante de Las Palomitas Blancas de Laraquete, Región del Biobío, participó en el panel Patrimonio cultural inmaterial, diversidad cultural, género y desigualdad social, exponiendo acerca de su oficio, la forma en que éste es transmitido como un saber femenino entre generaciones, dando cuenta además de su adaptación a los cambios sin perder la tradición.
En cuanto al patrimonio cultural de los pueblos indígenas, David Alday Chuiguay, presidente de la comunidad yagán de Bahía Mejillones (Región de Magallanes) y Doris Aguilera, presidenta de la Asociación Indígena Chacha Warmi (Región Arica y Parinacota), expusieron en el panel Patrimonio inmaterial, derechos colectivos y culturales, y democratización de la cultura. Temas como la invisibilización del pueblo yagán, su subsistencia y el rol de la memoria de las comunidades en la salvaguardia de su patrimonio inmaterial fueron centrales en sus relatos.
Georgina Correa, artesana de Vichuquén, Región del Maule, integrante del panel denominado:Resiliencia, desastres naturales y gestión del riesgo, se refirió a su oficio tradicional y cómo éste fue afectado por los incendios de este año en su localidad, dando cuenta además del impacto causado en los territorios y paisaje natural, y con ello a las materias primas -como el coirón- cuya pérdida o desaparición afectan el trabajo de artesanos y artesanas, y el quehacer que han desempeñado por generaciones.
El encuentro concluyó con el panel de cultores y cultoras, conformado por Francisco Astorga, cultor del canto a lo poeta (Región de O’Higgins); Eliana Carter, artesana en crin de caballo de Rari (Región del Maule); Peter Estay, Presidente de la Corporación Cultural de Organilleros de Chile (Región Metropolitana) y Aurora Cayo, cocinera tradicional aymara, de la localidad de Chiapa (Región de Tarapacá).
Como actividades anexas, en el mismo GAM se desarrollaron talleres dictados por cultores/as destacados y que cuentan con el reconocimiento Tesoros Humanos Vivos. Es así como la ciudadanía pudo conocer y acercarse más a la confección de volantines, títeres, coronas de flores al estilo pampino y arpilleras. Además, los Ngütamchefe o componedores de huesos de Tirúa, atendieron alrededor de 60 personas en dos días.
Fuente: CNCA