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Tesoros en Chile: Artesanas de Quinchamalí

Tesoros en Chile: Artesanas de Quinchamalí

Publicado el 27/06/2016

Con la segunda reseña acerca de la Unión de Artesanos de Quinchamalí, Tesoros Humanos Vivos en el año 2014, continuamos el ciclo Tesoros en Chile, reseñas de los cultores, las formas de aprendizajes de sus oficios, la herencia y transmisión de estos, así como la materia prima y la creatividad de sus exponentes. 

¿Alguna vez te has preguntado por qué las artesanías de Quinchamalí son negras? Si te parecía asombroso ver piezas de ese color fabricadas de greda, más llamativo te podrá parecer cómo lo logran. Estas mujeres ñublenses obtienen el negro final de su obra, con la quema y el ahumado directo en base a combustible de guano o paja. El blanco se reserva para decorar el arte.

 

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Victorina aprendió el trabajo de la greda de sus padres y hermanos, pero especialmente de su madre.

Sólo allí, en la provincia de Ñuble, se realiza este tipo de alfarería. Si un día caminas por otros lados de Chile y las encuentras, recuerda que fueron hechas por manos de Quinchamalí o Santa Cruz de Cuca.

Una de esas alfareras de tradición es Victorina Gallegos y ella lo advierte: “Donde quiera que se vea [una cerámica de Quinchamalí], es el negro con el dibujo blanco [lo que destaca], ya sean rayas, ya sean líneas o sean flores. También sacamos rojo, pero eso nos caracteriza a nosotros, el negro azabache que tiene y el dibujo blanco […] siempre tiene los dibujos blancos”.

UN PROCESO ÚNICO

Desde que las mujeres de Quinchamalí recolectan la materia prima hasta que le entregan los últimos retoques, que convierten su trabajo en una obra de arte, existen 16 etapas que hacen que el proceso productivo sea único en el mundo de la artesanía.

Revisamos los expedientes de postulación de la Unión de Artesanos de Quinchamalípara ser parte del Inventario Priorizado de Patrimonio Cultural Inmaterial en Chile; consultamos su ficha en el Sistema de Información para la Gestión Patrimonial, SIGPA y revisamos los testimonios recogidos en el registro etnográfico y audiovisual, asociado al reconocimiento de las artesanas como Tesoros Humanos Vivos.

Quisimos conocer cada paso de este proceso que pertenece al patrimonio vivo en Chile:

1.- Extraer las materias primas

2.- Preparar los materiales

3.- Mezclar los materiales

4.- Amasar o pisar la greda

5.- Porcionar la greda

6.- Construir la base de la figura

7.- Armar la figura

8.- Raspar la figura

9.- Bruñir con agua

10.- Encolar

11.- Bruñir en seco

12.- Lustrar la figura

13.- Pintar la figura

14.- Cocer

15.- Teñir la obra

16.- Agregar colo blanco

(Revise el detalle de cada uno de los pasos del proceso. Además, hermosas imágenes). Es, justamente, en el paso 15, donde está la respuesta que nos planteamos al inicio del texto. El negro típico y característico de la alfarería de Quinchamalí aparece casi al final del proceso.

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Cuando las laboriosos manos de las artesanas toman una horquilla o gancho de metal, es para  retirar las piezas del fuego al rojo vivo. Entonces, crean una cama con guano de caballo, aserrín, paja de trigo o paja de arroz. Y las cubren con el mismo material. Cuando las piezas entran en contacto con el guano es cuando adquieren su característico color negro.

Puede revisar algunas imágenes del registro fotográfico de las artesanas de Quinchamalí, reconocidas como Tesoro Humano Vivo en el año 20014. Además, la descripción de cada una de las 16 etapas del proceso de producción de su obra.

Este fenómeno se denomina “quema por reducción” y es realizado por la mayoría de artesanos y artesanas de Quinchamalí. Es un procedimiento presente muy antiguo en otras tradiciones ceramistas y que tiene antecedentes en diversas culturas del mundo, aunque su pista se pierde en el periodo neolítico.

El color negro, como hemos visto, no es un recubrimiento pintado sobre la superficie, sino un proceso químico en el cual el humo recalentado de una combustión de alta temperaturas se incorpora a la superficie de la pieza cuando aún está incandescente, tras el proceso de cocción.

Lo bello, lo trascendente, el valor de las obras que se crean en el villorrio de Quinchamalí es, justamente, este proceso único, heredado y transmitido oralmente. Como dijo Cecilia Montes, otra de las alfareras Tesoro Humano Vivo, “lo que la hace particular [a esta alfarería] es que nosotros hacemos todo el proceso a mano. Todo, todo, todo el proceso [es] a mano, por eso que es muy largo”.

Visite la ficha de la Unión de Artesanos de Quinchamalí en el Sistema de Información para la Gestión Patrimonial, SIGPA.

Reseña anterior: “Tesoros en Chile: Artesanas de Quinchamalí (I)"