Cuentos del Teatro Tradicional de Títeres difunden la obra de los Carpinteros de Ribera de Cutipay

A través de montajes teatrales, se rescata la memoria de toda una familia, devenida comunidad cultora, dedicada a la Carpintería de Ribera en un entorno marcado por las rutas fluviales y la necesidad de conexión y subsistencia.
“Me han invitado a los colegios donde se presenta la obra de teatro y los niños se amontonan para abrazarme, me van a saludar, me hacen un montón de preguntas, se sacan fotos conmigo y yo me siento importante, orgulloso de lo que puedo enseñar a las juventudes de hoy. Nosotros solo queremos que no se pierda esta tradición de hacer embarcaciones de madera”, dice Benito Villanueva
En la región de Los Ríos, en la zona Sur de Chile, se asienta una cultura eminentemente fluvial, marcada por sus impetuosos ríos. Allí los habitantes conservan tradiciones íntimamente ligadas a la geografía y el paisaje. En medio del frondoso bosque lluvioso que los cobija se anida la historia de los hermanos Villanueva, quienes se constituyen como comunidad cultora de la Carpintería de Ribera.
A propósito del ingreso de la práctica Carpintería de Ribera de Cutipay al Registro de Patrimonio Cultural Inmaterial, comienza un proceso de trabajo conjunto con la Subdirección Nacional de Patrimonio Inmaterial, con el fin de poner en valor la tradición y difundirla. Es así que se invitó a la Compañía de Teatro Periplos a ser parte de las acciones de salvaguardia.
Fruto del acuerdo conjunto, el dramaturgo y actor Domingo Araya y la actriz Marcela Cornejo, además de ser la artesana encargada de la creación de muñecos y máscaras, crearon tres cuentos inspirados en la historia de los hermanos Villanueva y en sus inicios en la Carpintería de Ribera+. En este proceso de trabajo también colaboró la encargada regional de Patrimonio Inmaterial y la misma familia, mediante entrevistas y diálogo con los hermanos, surgiendo así la obra Carpinteros: Los hermanos Villanueva a orillas del Cutipay, cuyos protagonistas fueron Benito, Emilio y Ernesto, este último hermano fallecido lamentablemente en 2020.
Los cultores del Teatro de Títeres Periplos comenzaron a investigar. En varias ocasiones, el dramaturgo y actor Domingo Araya visitó a los Villanueva para luego recrear sus historias. Marcela Cornejo, actriz de la compañía y pareja de Araya, cuenta que las memorias de esta familia realmente los hizo alucinar. “Ahí jugando con los barquitos y los origami, nos dimos cuenta que la historia de estos niños era alucinante teatralmente. Gozamos mucho toda esta aventura y es así como comienza a pegarse en nuestra cabeza: queríamos saber más, siempre pensamos que esto era muy interesante y efectivamente tiene muchas aristas desde la dramaturgia”, explica Cornejo.
La historia de los Villanueva tiene tintes novelescos. Eso fue lo que cautivó a Marcia Egert, quien desde la Subdirección de Patrimonio Cultural Inmaterial comenzó a trabajar el tema de la carpintería de ribera en la Región de Los Ríos y encontró en esta familia una gran historia: “Ellos están marcados por la precariedad, causada por el gran sismo de 1960. Como cuentacuentos y dramaturgo, le pedí a Domingo que tomara eso para crear los cuentos. Finalmente generamos un vínculo con la Compañía de Teatro y continuamos trabajando el tema de carpintería de ribera desde distintos ángulos”.
Durante el período de cuarentenas y para hacer los ajustes necesarios al guion dejando la historia lo más apegada a la realidad, Benito, uno de los hermanos protagonistas del cuento; Domingo, uno de artistas creadores y Marcia, del equipo de Patrimonio se comunicaban por teléfono. “Hablábamos en la noche para hacer los cambios. Don Benito, Domingo le va a leer esta parte del guion, ¿le parece así?” -le comentaba Egert al cultor protagonista.
“Así logramos involucrar a los hermanos en todo momento”, explica Egert quien reflexiona acerca de lo que parecía una solicitud sencilla, se complicó debido a las restricciones impuestas por la pandemia por COVID; se lanzaron a experimentar en esta primera incursión audiovisual: “Eran meses de encierro total, donde había muchas reticencias a la plataforma Zoom. Nosotros todavía sentíamos que la pandemia iba a pasar y que solo había que esperar: en ese sentido el audiovisual no era lo más adecuado para una experiencia teatral como esta”.
Pero la pandemia no detuvo al equipo de Los Ríos y la Compañía de Teatro Periplos. El 2020, finalmente, estrenaron el cuento en formato digital, como parte de la programación del “Día del Patrimonio en Casa”, celebración efectuada en el contexto de la prolongada cuarentena que vivimos. Fue así que Los hermanos Villanueva a orillas del Cutipay nació en formato audiovisual. Y se estrenó vía streaming durante el encierro provocado por el coronavirus.
Ver aquí el cuento Los hermanos Villanueva a orillas del Cutipay en formato digital:
“Para nosotros era muy raro grabarnos, entonces le pedimos permiso a Marcia para experimentar. Teníamos una cámara réflex y en ese minuto nos dimos cuenta que era vieja. Así que aunque nuestros celulares eran de gama baja, decidimos grabar con ellos y la edición la hizo un audiovisualista”, cuenta Marcela, la actriz.
Después de levantada la cuarentena, la obra de teatro comenzó a itinerar por la región. Una de las primeras representaciones teatrales se hizo el año 2021, en la Escuela Rural de Ciruelos, en la comuna de Mariquina.
La Carpinterita y otros cuentos
Para incluir otros aspectos relevantes a partir de la misma historia, la Unidad Regional de Patrimonio Cultural Inmaterial solicitó a la compañía de teatro dos cuentos más para abordar la carpintería de ribera; una historia con mirada de género y otra narración para integrar a personas con discapacidad. Es así como se crean La Carpinterita de Ribera y El barco dentro del árbol.
“La idea era tomar este elemento patrimonial y llevarlo a escena en forma didáctica, como se hizo anteriormente: sacar esta práctica del academicismo y abarcar un público amplio. Desde Patrimonio nos entregan dos nuevos lineamientos de trabajo: enfoque de género e integración de personas con discapacidad visual. Marcia nos propone la historia de ‘la carpinterita’ y nos cuenta que una de las hijas de los hermanos Villanueva había llegado a convertirse en carpintera de ribera”, cuenta el dramaturgo Domingo Araya.
La primera es la historia de Carolina Villanueva, la hija mayor de Benito, quien se dedicó a este oficio tradicional, a pesar de que su padre no aprobaba el hecho que una mujer estuviera en el astillero. “Esto no es solamente una familia haciendo barcos, sino que podemos ver a una familia que evoluciona mentalmente y culturalmente en base a sus tradiciones. Nosotros siempre hemos estado inspirándonos en la cultura popular, entonces uno ve que es la historia de un pueblo, va mucho más allá de una mera anécdota el que Carolina convenza al papá de que ella puede ser carpintera de ribera y que a pesar de que hay reticencia al principio, después el amor que tiene esta niña por el oficio es el que termina convenciéndolo. El amor de padre, finalmente, es el que le permite a Benito evolucionar. La función del teatro es ser espejo de esto y se enlaza con el reflejo de la sociedad misma”, reflexiona Araya.
Ver aquí el cuento La Carpinterita de Ribera en formato digital:
Mirta, otra de las hijas de Benito, ve la evolución de su papá a través de esta historia. “La obra teatral lo retrata como un personaje un poquito machista, pero así era en el campo en esos tiempos. Se va viendo también cómo va evolucionando a medida y que se da cuenta que tiene más hijas que hijos -solo tuvo un hombre- y que necesita también ayuda para trabajar y tiene muy poco personal. Entonces no le quedó otra que aceptar el interés de su hija y enseñarle el oficio. De a poco él se va dando cuenta que el hecho de que sea mujer no tiene gran importancia. Mi papá va cambiando su mentalidad con el tiempo”.
“Uno de repente es medio llevado a la antigua. Antes los papás no queríamos que las niñas estuvieran metidas en las cosas de los hombres. Hoy día yo me doy cuenta y veo que todas las personas valemos igual: la mujer puede hacer lo mismo que hacemos los hombres. Con la obra de teatro quedé pensando, pucha el egoísmo de una persona no sirve y uno siempre tiene que enseñar lo que más puede”, reflexiona Benito.
El otro cuento – exclusivamente sonoro- fue creado en formato radioteatro digital y pensado en la inclusión de personas con discapacidad visual. El radioteatro El barco dentro del árbol que trata sobre un aprendiz y su maestro al momento de entrar al bosque a buscar madera. En la musicalización del radioteatro se sumó Camilo Eque, quien con sus melodías le otorga un aire sureño. Ahí también hay otro paso, un escalón más que vamos subiendo con estas ansias de llevar la historia a una estructura artística mayor, aunque todavía nosotros no teníamos idea que queríamos hacer una obra de teatro”, comenta el dramaturgo.
Escuchar aquí el cuento El barco en el árbol en formato digital:
A fines del 2021, la compañía de Teatro Periplos obtuvo el financiamiento de FONDART para crear una obra que resumiera los tres cuentos anteriormente trabajados. Es así como surgió Carpinteros; obra teatral que con el apoyo de la gestión institucional comenzó a itinerar por diversas escuelas rurales de la zona: La Aguada (comuna de Corral), Punucapa (localidad rural fluvial, a orillas del río Cruces) y en Máfil, ante delegaciones escolares de 4 escuelas rurales.
En los años 2022 y 2023, Periplos pudo realizar presencialmente diversas funciones en escuelas rurales, llegando con las obras Carpinteros y La Carpinterita de Ribera. Durante el año 2023, además, este último cuento fue presentado en formato teatro de títeres en la escuela rural de Missisipi (comuna de Mariquina) . A fines del 2023, la obra se presentó en la Casa Prochelle en Valdivia, durante las jornadas de difusión sobre la Carpintería de Ribera de Cutipay, organizadas por SERPAT
Los hermanos Villanueva
Revisando informes asociados a la investigación patrimonial sobre La Carpintería de Ribera en Cutipay, la Encargada Regional, entonces recién asumida, descubrió el potencial de los hermanos Villanueva y su historia. Es así como Marcia Egert encontró esta narración particular e invisiblemente unida a la memoria e identidad de la región de Los Ríos.
Aún pequeños, los hermanos veían pasar embarcaciones río abajo, las que llamaban su atención. Finalmente decidieron construir su propio barco. “En ese tiempo había solo dos carpinteros de ribera en Niebla. Pero ellos eran egoístas, no les interesaba que otra persona aprendiera. A veces de puro curiosos los veíamos haciendo algo y yo me quedaba viendo cómo era la cosa, así pudimos aprender”, explica Benito Villanueva.
“Imagina niños chicos, guaguas. Un tsunami se lleva su casa y después tienen que llegar río adentro, instalarse en un lugar donde nadie vivía y quedan desconectados, no tienen forma de salir de ahí porque no había caminos. Eso hizo que se transforman en carpinteros de ribera: la historia de los hermanos Villanueva se entrelaza con la historia de Valdivia. Cuando yo asumí me hablaron de un estereotipo de la carpintería de ribera, asociándola solo a Chiloé y a la Región de Los Lagos. Es así, pero acá también tenemos a esta familia emblemática que hasta el día de hoy no tiene locomoción ni fluvial ni terrestre. Ellos han crecido y se han formado en su oficio a orillas de este río tras el terremoto del año ‘60, donde el paisaje se alteró por completo”, explica la encargada local de patrimonio inmaterial.
El astillero de Cutipay
Al costado de un camino de ripio, un letrero con un barquito invita al Astillero de los Hermanos Villanueva. Cercano a la localidad de Niebla, en este astillero fue fundado por tres de los hermanos: Benito, Ernesto y Emilio. El hermano Nicomedes también se sumó a las faenas de la carpintería. La señora Erica colabora estrechamente con su marido, Emilio, en la pintura y terminaciones de botes. En tanto, al Señora Bernarda se ocupa, fundamentalmente, del aserrado de maderas, en el aserradero familiar. Mientras que Mirta Villanueva se dedica a administrar el artillero. Otros integrantes de la familia y amigos colaboran con oficios y tareas puntuales en la práctica de este oficio tradicional.
Los inicios de los maestros carpinteros de ribera surgen de un imperativo: salir del aislamiento. A los 14 años, Benito y sus hermanos fabrican su primera embarcación. Los padres eran campesinos, por lo que nunca antes tuvieron vinculación con este oficio. A ellos solo los movía la necesidad. “No teníamos embarcación: mi papá tenía que pedir barco para ir a Valdivia y comprar cosas para la casa o vender sus productos. Teníamos un vecino alcohólico que a veces nos prestaba y dependíamos de su voluntad. En ese tiempo no había puente y la única forma de salir era navegando a remo hasta Valdivia. La historia que la Compañía de Teatro Periplos cuenta, es como si estuviera contando la verdadera historia porque así era nuestra vida de niños”, dice Benito Villanueva, representante del Astillero de Los Hermanos Villanueva.
Activación de las memorias
Con diversas funciones en escuelas rurales durante estos últimos años, presentaciones en distintos escenarios y eventos de la región relacionados con el patrimonio, los cultores del Teatro Tradicional de Títeres tienen la intención de llevar sus obras a otros rincones del país, reafirmando su compromiso con el patrimonio y la memoria histórica de Chile.
“Es muy bonito cómo empieza a activarse la memoria. Recuerdo una de las visitas que hicimos a una escuela rural muy apartada- cerca de la comuna de la Unión- y de muy difícil acceso. Hicimos la obra no solo para los alumnos del colegio, que eran muy poquitos, sino que para sus familias y otras personas de sus alrededores. Y entre ellos llegó un carpintero de ribera, entonces después obviamente se acercó a ver el barco, quería que escucháramos también su historia, él estaba deslumbrado, también sentía lo mismo que le pasó a los niños, ‘yo también puedo ser superhéroe’, así como que…¡guau, mi historia es tan importante y tiene una obra de teatro! y hay personas interesadas en saber cómo se desarrolla la carpintería de ribera y quieren saber del oficio que yo hago”, comenta la actriz Marcela Cornejo.
Marcia Egert está contenta con este proceso que ha utilizado el teatro y los cuentos como material didáctico y sensibilizador. “Este trabajo entrega a educadores y educadoras una batería de recursos para incorporar la temática del oficio de la Carpintería de Ribera, así como las particularidades del entorno en que viven y trabajan los Carpinteros de ribera de Cutipay, de acuerdo a los niveles educativos y las características de sus cursos. Hemos entregado fundamentalmente a escuelas unidocentes todo el material disponible. Así, hemos seguido un camino de implementación de diversos recursos, dejando siempre espacio para la creatividad de quienes educan, así como de niñas y niños”, dice la Encargada Regional.
La difusión que han dado las obras de teatro al Astillero de los Villanueva ha impactado positivamente en dar a conocer este oficio. “Se ha visibilizado el trabajo de los carpinteros de ribera, hay personas que no sabían que existía el astillero, menos los niños. Hay colegios donde se ha estrenado la obra de teatro y luego llegan a conocer el astillero. Para algunos niños esto ha sido como un sueño. Ellos les mandan cartas y dibujos a los hermanos Villanueva, ha sido muy lindo”, explica Mirta.
Benito se siente importante. Siente el orgullo de ostentar esta profesión por toda la Región de Los Ríos. “Me han invitado a los colegios donde se presenta la obra de teatro y los niños se amontonan para abrazarme, me van a saludar, me hacen un montón de preguntas, se sacan fotos conmigo y yo me siento importante, orgulloso de lo que puedo enseñar a las juventudes de hoy. Nosotros solo queremos que no se pierda esta tradición de hacer embarcaciones de madera”, concluye Benito Villanueva.